
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseguró ayer que hay evidencias de que las autoridades de Hong Kong aplicaron medidas antidisturbios de forma que contradicen las normas internacionales, por lo que pidió una investigación imparcial de estos hechos en medio de la tensión por las protestas.
"Por ejemplo, se ha visto a agentes lanzando gases lacrimógenos directamente a manifestantes, sobre muchedumbres y zonas cerradas, con graves riesgos de provocar heridos o muertos", destacó ayer el portavoz de la oficina, Rupert Colville.
La tensión en Hong Kong sigue al rojo vivo después de que los manifestantes volviesen a provocar la parálisis del aeropuerto de la ciudad, mientras la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, aseguraba que las protestas están llevando la ciudad a un "camino sin retorno".