EL CAIRO. Al menos diez personas han perecido ayer en bombardeos de la aviación gubernamental siria y la rusa en la provincia septentrional de Idlib, principal bastión de la oposición armada, y entre los fallecidos hay dos trabajadores de emergencia de los conocidos como "cascos blancos". El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de que diez civiles han perdido la vida en las últimas horas.