
El Gobierno de Mali informó ayer de que la matanza perpetrada de madrugada en un poblado de etnia dogon, en el centro del país, ha dejado 95 muertos y 19 desaparecidos, con lo que confirmó los peores presagios sobre una de las mayores masacres de los últimos meses.
Según un comunicado oficial, la matanza se cometió en Sobame Da, perteneciente a la comuna de Sangha, en la región central de Mopti. De madrugada, hombres armados cercaron el poblado y perpetraron los hechos, que dejaron además numerosas viviendas incendiadas y abundantes cabezas de ganado muertas.
El gabinete habla de la autoría de "presuntos terroristas", pero usa la palabra más bien para calificar la atrocidad de la acción, pues todos los observadores en Mali consideran que se trata de un ataque por motivos étnicos contra los dogon.
El Ejecutivo ha enviado refuerzos militares a la región para perseguir a los autores de estos hechos. Cargos políticos comunales y funcionarios del Gobierno en la región señalaron a EFE que un grupo de hombres armados llegó esta madrugada al poblado, en pleno "país Dogon", y lo rodeó por completo, antes de prender fuego a las viviendas con sus habitantes dentro.
A los que trataban de huir, los atacantes los abatieron a tiros. En el caso de Ogossagou se trató de un poblado de etnia peul y la autoría se atribuyó a los cazadores donzos, de etnia dogon y opuestos a los peuls por el control de las tierras. Por esa razón, las primeras hipótesis del ataque de esta madrugada apuntan a que pudo tratarse de una venganza por aquella acción de los peuls contra los dogon, en esta región del centro de Mali donde la tensión étnica es palpable y creciente.
Uno de los principales grupos dogon, llamado Dan Na Ambassagou, emitió ayer un comunicado en el que considera el ataque "una declaración de guerra" y lamenta que "ni el Estado ni la comunidad internacional se interesan por la vida de esta población maltratada".