La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) efectuó ayer una audiencia por la supuesta desaparición temporal y torturas a dos activistas de izquierda a manos de agentes estatales en 2002, mientras el Estado rechazó los cargos y ligó a los denunciantes con un caso de secuestro.
En la audiencia estuvo presente el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, en calidad de "observador", en un hecho sin precedente cercano en la CorteIDH.
En la diligencia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente encargado de elevar los casos a la CorteIDH, responsabilizó al Estado de Paraguay por la supuesta desaparición y torturas de los activistas del grupo izquierdista Patria Libre Juan Arrom Suhurt y Anuncio Martí Méndez.