
Estados Unidos se quedó solo en el Consejo de Seguridad defendiendo su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel, un paso que ha desatado las alarmas por los riegos de que derive en una escalada del conflicto en Oriente Medio.
Ocho de los 15 integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano que vela por el mantenimiento de la paz y la seguridad en el mundo, habían convocado para ayer una reunión de urgencia con el fin de analizar el paso dado por Washington.
En la reunión quedó latente lo aislado que estaba Estados Unidos con la decisión anunciada por su presidente, Donald Trump, que ya desde su campaña electoral había expresado un claro favoritismo por las posiciones de Israel.
"El estatus de Jerusalén debe ser determinado mediante negociaciones entre israelíes y palestinos que conduzcan a un acuerdo sobre el estatus final", resumió una declaración anunciada al final de esta reunión por cinco naciones europeas.