
La Policía militarizada de Venezuela y la estatal Policía Nacional Bolivariana (PNB) impidieron el paso de la marcha a la que convocó ayer la oposición del país hasta la sede del Poder Electoral para pedir celeridad en la activación de un referendo para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro.
Con tanques de guerra, autobuses, camiones y cientos de policías, fueron obstaculizados los tres accesos al municipio caraqueño de Libertador donde se ubica la sede principal del Consejo Nacional Electoral (CNE), lugar al que la oposición esperaba llegar para hacer sus exigencias.
La marcha, encabezada por el dos veces candidato a la Presidencia Henrique Capriles, por el secretario ejecutivo de la alianza Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, y por el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, partió del este de Caracas y no pudo recorrer, ni siquiera, dos kilómetros.
El gobernador del céntrico estado Miranda, Henrique Capriles, fue víctima de una agresión con gases lacrimógenos que la Policía estatal le arrojó al rostro cuando intentaba proseguir la marcha hasta la sede del Poder Electoral en el centro de Caracas.
"Marcha pacífica recibida por piquetes de orden público. El revocatorio es nuestro derecho no un capricho!", dijo el diputado opositor Miguel Pizarro en su cuenta de la red social Twitter.
La movilización fue convocada el lunes 9 por la MUD para exigir al CNE que pase a la segunda etapa en la activación del referendo revocatorio, una invitación que se hizo una semana después de que la oposición entregara 1.850.000 firmas para activar el proceso revocatorio.
La oposición reclama que ya han pasado más de cinco días de la entrega de esas firmas y el CNE aún no ha anunciado el paso a la segunda etapa del proceso revocatorio que sería la validación y verificación de las rúbricas, como lo establece el reglamento.