Luego de un año y nueve días desde la paralización de los trabajos de la puesta en marcha del complejo de tratamiento de residuos sólidos de Paranturi, autoridades municipales van gestionando una reunión entre representantes del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, autoridades originarias de Paranturi y el personal de la alcaldía con el fin de viabilizar la suspensión de las medidas asumidas por los comunarios.
Cansados por la contaminación que se genera en el actual vertedero municipal, en pasadas semanas comunarios de Karachipampa anunciaron que a partir del 1 de agosto se iniciará el bloqueo del lugar si la alcaldía no presenta el proyecto del cierre de operaciones del botadero. Una de las causas principales para que se asuma esta decisión es que a la fecha existe la presencia de una gran cantidad de perros vagabundos quienes ingresan al vertedero y sacan los residuos sólidos que son esparcidos por las viviendas de Karachipampa.
Ayer, en horas de la tarde, con la participación de representantes de la Contraloría General del Estado, autoridades de Paranturi y Karachipampa se sostuvo una reunión en la que se acordó la llegada del personal del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas. La principal causa para la paralización de los trabajos de la puesta en marcha se debe a que los comunarios de Paranturi exigen que el Gobierno nacional primero cumpla con el compromiso de ejecutar el proyecto multipropósito.
Las obras de construcción del relleno sanitario en la comunidad de Paranturí comenzaron el 13 de mayo de 2019 y tuvo una inversión de más de 11 millones de dólares. Los recursos, en su mayoría, fueron financiados por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y los gobiernos departamental y municipal. A cinco días para la finalización del mes de julio, la Villa Imperial está en riesgo de quedarse sin un lugar donde depositar los residuos sólidos que la ciudadanía genera.