La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) encara el relleno seco de los hundimientos pero la carga vertida se desliza hacia los espacios vacíos generados por los trabajos mineros, así lo señaló el ingeniero Gregorio Socaño Coro, responsable del relleno seco en los hundimientos del Cerro Rico de Potosí, durante su exposición en el Taller del Plan de Manejo Integral del Sitio Patrimonial Potosí.
Con precisión detalló sobre las propiedades del relleno seco que es un buen método de preservación del yacimiento minero porque es económico, reúne las condiciones para evitar mayores colapsos e impide un mayor deterioro de los taludes de los hundimientos existentes en el Cerro Rico de Potosí.
Remarcó que el proyecto es global y comprende la atención a los más de cien hundimientos existentes en el Sumaj Orcko con la finalidad de cerrar esos espacios, posteriormente colocar un material arcilloso que impida el ingreso del agua y finalmente poner una capa con material de la zona para darle cierta naturalidad al espacio.
Actualmente se estaría ejecutando trabajos de emergencia en algunos de los grandes hundimientos como el 3, 5, 13, 103 y 105, se prevé la intervención del 4 un poco más adelante.
El objetivo sería mantener los bordes de los grandes hundimientos que podrían seguir su proceso de deterioro.
“Tenemos intervenidos 24 hundimientos rellenados y algunos ya están al 80 por ciento, algunos al 50 por ciento y otros al 10 por ciento. Aquí vemos el hundimiento 16 al 90 por ciento, estamos esperando que tienda a bajar pues cuando pasa el tiempo busca su consolidación primaria y secundaria”, dijo.