
Dos días después de la renuncia de Evo Morales, el ministro de minería de Chile, Baldo Prokurica se contactó con los altos mandos de la ACI Systems, firma alemana que desde 2017 llegó a Bolivia para desarrollar la industria del Litio.
La idea del expresidente, era seducir a la compañía para atraer la inversión que comprometió al país, pero después de que el mismo Morales anulará un convenio que ponía a Bolivia en el mapa del negocio, la medida dejó en el limbo el proyecto y, si bien la empresa, apoyada por el Estado alemán, quiere salvarlo, no hay acciones concretas del Gobierno de Jeanine Áñez para poder rescatar un acuerdo que dejaría, según cálculos de la firma alemana, $us 1.482 millones de utilidades por año a las arcas nacionales. Mientras que ellos ganarían $us 702 millones anuales.
ESCENARIO SOMBRÍO
Luego de la ruptura con YLB, el escenario es sombrío. Desde noviembre a la fecha, el grupo alemán envió cinco cartas pidiendo una explicación que no llega.