El Superclásico entre River Plate y Boca Juniors del 21 de abril por la Copa de la Liga Profesional permanecerá en la historia por el insólito blooper que derivó en el “gol fantasma” en contra de Cristian Lema. Abrió el debate, otra vez, lo que pasó en Córdoba. La polémica que despertó si la pelota cruzó o no en su totalidad la línea del arco ante la reacción notable del arquero Sergio “Chiquito” Romero obliga a explicar el por qué la AFA no cuenta entre su tecnología con el sistema DAG (Detector Automático de Gol).
Casualidad o causalidad, la misma discusión se produjo casi en paralelo a más de 10.000 kilómetros de distancia, en el Santiago Bernabéu, donde todo el Barcelona reclamó por una pelota que el arquero del Real Madrid Andriy Lunin rechazó sobre la línea. La diferencia, en ese caso, fue que el árbitro no convalidó el tanto como sí hicieron en Argentina.
La Premier League de Inglaterra implementó este sistema de detección automático de gol en la temporada 2013 y lo mantiene hasta la actualidad. Luego se sumaron la Bundesliga de Alemania y más acá en el tiempo, la Ligue 1 de Francia e Italia (Serie A y Serie B, incluso).
¿Cuál es el principal impedimento para que se aplique en Argentina? El económico, obvio. Su utilización obligaría a una inversión de unos 5 millones de dólares por temporada, teniendo en cuenta que son 567 partidos los que se juegan entre Liga Profesional y Copa de la Liga. En la Premier, que cuenta con 20 equipos en la máxima categoría, se desembolsan unos cuatro millones de dólares.