Comienza una nueva ilusión para Bolivia. La selección nacional inicia su camino en las Eliminatorias Sudamericanas visitando a Brasil. El partido se jugará esta noche (20:45), en el estadio Mangueirao, de la ciudad de Belém.
Serán unas clasificatorias especiales para la Verde, que podrían ser las últimas de grandes referentes como el arquero Carlos Lampe y el delantero Marcelo Martins; además, encontrará mucho más maduros a futbolistas que eran promesas en las anteriores eliminatorias y ahora son realidades, como Jairo Quinteros, Roberto Carlos Fernández, Gabriel Villamil y Jaime Arrascaita.
A eso se suma que estas eliminatorias serán las que más plazas repartirán para la Conmebol: 6 directas y 1 repechaje. Esto debido al incremento de participantes en el Mundial 2026 (48 países).
La nueva ilusión nacional estará encomendada al argentino Gustavo Costas, quien dirigirá su primera partido oficial después de una serie de amistosos, el último con derrota en Cochabamba (1-2, ante Panamá).
El estratega trabajó las dos últimas semanas en La Paz, donde si bien no pudo contar con los “legionarios”, que recién se incorporaron desde el lunes, definió el dibujo táctico a emplear en Belém: 1-5-4-1.
Esa estrategia está marcada para buscar el primer paso que le sirva a la Verde para sacar un resultado positivo, evitar que le hagan goles.
En el historial, Bolivia visitó en ocho oportunidades a la Canarinha por eliminatorias mundialistas, con un saldo de dos empates y seis derrotas.
Los puntos los consiguió en las clasificatorias a México 86 (1-1, en Sao Paulo) y Sudáfrica 2010 (0-0, en Río de Janeiro).
Indiferentemente del resultado que se registre, si Marcelo Martins juega el encuentro de este viernes, se convertirá en el futbolista boliviano con más partidos en la Selección, con 103 cotejos, uno más que Ronald Raldes.
Por su parte, Brasil arranca su nueva etapa tras el Mundial de Qatar en la interinidad, bajo el mando de Fernando Diniz, el entrenador del Fluminense, que estará en el cargo hasta la Copa América de 2024, cuando la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) espera cederle el mando a Carlo Ancelotti.