
Blooming sigue escarbando para salir del fondo de la tabla, apoyándose en la experiencia de Rafinha y de Juan Carlos Arce, autores de los goles del triunfo por 2-1 sobre Aurora, en el cotejo disputado en el estadio Real Santa Cruz, por la décima cuarta fecha del Campeonato de la División Profesional.
Con apenas dos minutos transcurridos en el cronómetro, Blooming estaba anotando su primer gol la tarde de este domingo, jornada en la cual tuvo un reencuentro con la victoria y con su afición. Los celestes llegaron a los 12 puntos, sin perder pisada a Libertad Gran Mamoré, que también tiene 12, aunque el gol diferencia le sonríe a los cruceños (-11 contra -16).
Rafinha colocó el 1-0 (2´) con una definición delante del pórtico, tras recibir un centro de Gastón Rodríguez, sorprendiendo a la defensa aurorista, que ingresó al campo dormida en los primeros minutos.
Momentos después hubo un desliz de parte de Carlos Sejas, quien entregó la pelota a Rodríguez, cuyo remate fue a dar al cuerpo del arquero Luis Cárdenas y eso no fue todo, porque el rebote fue desperdiciado por los celestes con un remate de Omar Siles que se fue desviado.
A un minuto del complemento, el Equipo del Pueblo (20 puntos) colocó la paridad, haciendo revivir viejos temores en el lado de Blooming. Un remate, dentro del área chica, de Jair Reinoso provocó un rebote en el arquero Braulio Uraezaña y cerca de ahí estuvo Oswaldo Blanco para empatar con un golpe de cabeza.
Los celestes cruceños consiguieron el 2-1, a los 68 minutos, con una jugada elaborada a balón parado. La pelota salió con un centro de tiro libre, Fernando Arismendi dio una asistencia de cabeza hacia el primer palo, donde apareció Arce para empujar el esférico y levantar a la afición de sus butacas.
El triunfo por 2-1 era un resultado inseguro para Blooming por las malas experiencias que vivió en los anteriores compromisos, con esa presión llegó al final del encuentro. Tuvo un par de acercamientos, de la misma forma Aurora se pudo al frente del ataque sin hacer el suficiente daño y quedó con las manos vacías.
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