Ayer fue un día diferente para el piloto Daniel Nosiglia, el único boliviano que compite en el Rally Dakar. Lo recordará no solo por lo exigente de la cuarta etapa, en la que remontó 40 puestos, sino también porque celebró el cumpleaños de su padre en Arabia Saudita.
“Felicidades papi, no podía pedir un mejor viejo, gracias por todo”, le había dicho Daniel a su padre Walter antes de ingresar en competencia, según una nota de prensa del propio piloto paceño.
El menor de los Nosiglia agradeció la pasión por las motos que le heredó su padre desde niño; es más, Daniel incursionó en el Rally Dakar después de que su padre lo hiciera años antes. Se puede decir que tomó el relevo.
Sin embargo, esa fue la parte agradable del día, ya que en lo deportivo fue una jornada de alta exigencia para el piloto nacional.
Apenas había arrancado la especial en el kilómetro 17 se rompió el pasador del basculante de la suspensión trasera y perdió alrededor de dos horas.
“Este Dakar me está poniendo a prueba, rompí el pasador del basculante, gracias a mi compañero de equipo ‘Pato’ Cabrera que tenía uno, logré cambiar y seguir en carrera, empujé desde el último lugar tratando de recuperar tiempo”, reveló Nosiglia en sus redes sociales.
Ese inconveniente lo relegó a los últimos lugares de su categoría, pero tras superar el desperfecto comenzó a acelerar a fondo y recuperar más de 40 puestos.
Al final, cumplió la etapa Hail-Hail en el puesto 78, con un tiempo de 6 horas, 44 minutos y 48 segundos (6h44’48’’), a más de dos horas del ganador de la etapa, el español Joan Barreda (4h28’18’’). Segundo acabó el chileno Pablo Quintanilla (4h28’34’’) y tercero el estadounidense Skyler Howes (4h29’23’’).
Pese a su gran remontada, Nosiglia cayó 11 puestos en la clasificación general (del 26º al 37º), que pasó a liderar el australiano Daniel Sanders, por delante del norteamericano Howes y del argentino Kevin Benavides, segundo y tercero, respectivamente.