Se preveía que uno de los temas más álgidos a tratar en la reunión de Consejo Superior de la División Profesional, este jueves, sería el relacionado con el descenso de la categoría. Pero se tomó una decisión salomónica para soslayar un problema mayúsculo.
Al darse por terminado el torneo Clausura con 24 fechas jugadas, de 30 que estaban previstas, el más afectado iba a ser Universitario de Sucre porque quedó último en la tabla acumulada, por lo que el club capitalino temía descender, pero tomó previsiones, hizo gestiones y logró que no haya descenso directo este año.
Eso sí, tendrá que jugar el descenso indirecto con el subcampeón de la Copa Simón Bolívar, cuya por ahora también está paralizada debido a lo convulsionado que se encuentra el país.
El que se salvó de jugar el indirecto es Universitario de Vinto que quedó penúltimo en la tabla acumulada.
Esos cambios hicieron que para el próximo año se apruebe tener 17 equipos en la División Profesional (tendrá que ser aprobado en un congreso), ya que el campeón de la Copa Simón Bolívar ascenderá directamente, mientras que el subcampeón jugará el indirecto tal como estaba previsto para los equipos que compiten en este torneo.
Destroyers y 24 de Septiembre de Santa Cruz, Libertad Gran Mamoré de Beni y Vaca Díez de Pando, son los equipos clasificados para la fase semifinal de la Copa Simón Bolívar.
“Se ha encontrado una solución, cediendo los 16 clubes para la gestión 2023, esto implica un sacrificio económico para los 16 clubes de la División Profesional, pero se está ganando armonía en el fútbol boliviano, esto implica que no vamos a tener demandas ni disputas”, dijo Fernando Costa, presidente de la FBF.
Costa aclaró que en 2023, habrá dos descensos directos y un indirecto para que en 2024 vuelvan a ser 16 equipos en la División Profesional.
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