Finalmente se vio el partido de Hugo Dellien contra Rafael Nadal como si fuera una final. El número uno del mundo debió utilizar todas sus armas para superar ayer al Tigre de Moxos por 3-0. Esto en el marco del Abierto de Australia. El Rod Laver Arena del Parque de Melbourne estuvo repleto de público, que disfrutó de una velada que duró algo más de dos horas
Dellien compitió para hacer historia como lo escribió en su dirección de twitter. Puso ganas, hizo un gran desgaste físico y por momento aplicó su buena técnica, pero el nacido en Mancor sacó a relucir sus garras, sobre todo cuando su contrincante le complicaba el ponorama.
Ahí mostró oficio y efectividad para desnudar falencias y debilidades del número 73 en el ranking ATP. El primer set terminó 6-2. Nadal necesitó 53 minutos para ponerse arriba en el marcador, tiempo en el que Dellien mostró destellos de su calidad y que pudo dar más pelea, pero desperdició su oportunidad por yerros propios de su ansiedad. En el segundo se hizo notoria la rebeldía del boliviano, que le hizo cometer errores a un crack, que en la recta final del set mostró todo su potencial para cerrar por un claro 6-3.