Hacía años que no se veía al Manchester United competir de tú a tú con el Manchester City, al que había ganado en temporadas recientes, pero nunca con la sobriedad con la que lo hizo ayer (1-2), en una de sus mejores primeras partes desde hace mucho tiempo.
Tras un primer tiempo esplendoroso en lo ofensivo y un segundo marcado por la férrea defensa del United, los Diablos Rojos asaltaron la casa de su vecino con tantos de Marcus Rashford y Anthony Martial para dejar al City con una desventaja casi insalvable con el Liverpool de 14 puntos.
En los tres años y medio que Pep Guardiola lleva en Mánchester, pocas, muy pocas veces se vio a su equipo tan perdido como ayer, sábado, en el Etihad Stadium durante los 90 minutos. Los celestes, acostumbrados siempre a llevar los partidos a su terreno, se vieron desdibujados por un Manchester United consciente de sus debilidades y sus fortalezas.