El Nápoles se impuso por 2-0 ayer, martes, al Liverpool, vigente campeón de Europa, en la primera jornada del grupo E de la Liga de Campeones, tras un partido de gran intensidad y calidad técnica, desequilibrado por los goles del belga Dries Mertens y del español Fernando Llorente.
El conjunto napolitano salió ganador de una batalla técnica y táctica, en la que rompió el muro levantado por el portero español del Liverpool Adrián San Miguel en los últimos diez minutos, con una pena máxima de Mertens y el tercer gol de la carrera de Llorente al conjunto inglés.
El "San Paolo" acogió un duelo de alto voltaje, entre dos equipos que cuentan con gran calidad técnica y juegan un fútbol atractivo hecho de combinaciones de alto nivel.
El senegalés Sadio Mané, el brasileño Roberto Firmino y el egipcio Mohamed Salah, que alcanzó los 33 kilómetros por hora de velocidad en un contragolpe de la primera mitad, llevaron al límite a la defensa napolitana, que sin embargo aguantó liderada por un monumental senegalés Kalidou Koulibaly.