
La selección española mantiene el pleno de triunfos tras un buen estreno de Robert Moreno como seleccionador, en su salida más complicada ante una Rumanía luchadora, empequeñecida por un recital de juego de la Roja antes de un final polémico que salvó Kepa con dos grandes paradas.
Debutó con nota Robert Moreno en el cargo. España exhibió calidad y firmeza en una de las salidas más complicadas de la fase de clasificación, en un país donde nunca había ganado. Salió con determinación y acabó con personalidad cuando se quedó en inferioridad numérica. Exhibió poderío para frenar el ímpetu de Rumanía, verticalidad y un fútbol repleto de velocidad que desarmó las intenciones de Cosmin Contra.
Pese a jugar en su casa se protegió Rumanía. Contra incluyó por sorpresa un tercer central en una línea defensiva de cinco. Un planteamiento que históricamente se le atraganta a una España que siempre sale por la posesión y que lo derribó con determinación. Velocidad en cada posesión, aparición continua de laterales en fase ofensiva, desequilibrio de Fabián entre líneas y mucha movilidad de los puntas.