
Wilstermann superaba a Bolívar con una ventaja de 3-0 anoche en Cochabamba. Pero el rival pudo estrechar la diferencia a (3-2) en un compromiso de trámite intenso y con bastantes roces entre los jugadores y el cuerpo técnico.
El nerviosismo de la última línea celeste se notó temprano. La mala comunicación entre Luis Rivas y el arquero Saidt Mustafá provocó el primer gol a favor de los aviadores. El lateral bajó un centro para el guardameta, no se percató que éste estaba acercándose y envió la pelota contra su pórtico. A los nueve minutos.
De nuevo una mala coordinación originó el segundo tanto para los rojos. En una viveza, el entrenador Cristian Díaz entregó la pelota de inmediato a Fernando Saucedo y éste a Gilbert Álvarez, quien vio adelantado al golero y definió con un remate alto (25´).