
Turquía, con un fútbol rocoso y efectivo, dejó en evidencia ayer, sábado, a la actual campeona del Mundo, Francia, que, con todas sus estrellas, ofreció una de sus peores versiones y fue superada ante su rival.
El cuadro galo se mostró errático en ataque y en defensa. Apenas amenazó al conjunto local, cuyo entusiasmo creció a medida que contemplaba la posibilidad de triunfo más cerca.
Francia, que cedió el liderato del Grupo H en favor del equipo otomano, empezó a claudicar a la media hora de partido. El conjunto de Didier Deschamps tuvo más el balón hasta ese momento pero se ahogaba una y otra vez cerca del área turca.
Ni Kylian Mbappe ni Antoine Griezmann fueron capaces de encontrar espacios en la firme zaga del cuadro de Senol Gunes, que poco a poco amenazó con transiciones rápidas para alterar la estabilidad defensiva de Francia.
Así, a la media hora encarriló el triunfo Turquía. Fue en una falta que botó hacia el área el jugador del Roma Cengiz Under. Llegó la pelota a la cabeza de Merih Demiral, que prolongó el centro y encontró al defensa del Fortuna Dusseldorf Kaan Ayhan, que cabeceó a la red.