
El portugués Cristiano Ronaldo anotó el gol decisivo ayer para ganar 1-0 a Milán en la Supercopa italiana y conquistar su primer título como juventino, lo que dejó al argentino Gonzalo Higuaín, que empezó en el banquillo, sin venganza.
Cristiano decidió el encuentro, disputado en el estadio King Abdullah de Yeda, en Arabia Saudí, con un cabezazo a la hora de juego hundió a un Milan en el que el "Pipita", en el medio de una tormenta por su futuro, solo disputó veinte minutos sin tener ocasiones de gol.
El portugués volvió a poner su firma en una gran vitrina, en un partido que suponía una oportunidad para el "ex" Higuaín para vengarse por su salida de Juventus el pasado verano y que puede quedarse como la última amarga página en su breve trayectoria en Milan, ya que el interés de Chelsea en él se hace cada vez más insistente.