Al encuentro de la Liga de Naciones entre Inglaterra y Croacia de hoy (10:00) en Wembley se le ha unido un tercer espectador, España, que esperará impaciente desde su butaca el desenlace de un duelo con incidencia directa en el futuro de los tres países.
Un gol de Tin Jedvaj en la adición, que finiquitó la victoria balcánica contra España, desencadenó la cantidad de trincheras abiertas que habrá hoy domingo sobre el césped londinense, cuando Inglaterra y Croacia salgan a jugar y el equipo de Luis Enrique espere sentado en casa, sabiendo que del resultado dependerá su futuro: o semifinales o permanencia.
Las opciones españolas no son complicadas de calcular. Solo un empate, un reparto de puntos, les mete en la "final cuatro". Un punto que terminaría con la agonía española.
En contra de esos intereses, Inglaterra y Croacia dependen de sí mismas para alcanzar el objetivo que persigue España. Una victoria de uno y otro lado les metería en semis, con el condicionante de que la derrotada, además, llevaría acompañado el descenso.