Un tanto de Marco Asensio anulado en primera instancia por el juez de línea y concedido por el VAR, dio el triunfo más corto del curso en el “Santiago Bernabéu” a Real Madrid ante un buen Espanyol, que estrelló en el poste su oportunidad de puntuar.
Nunca es fácil gestionar una resaca de noche europea en pleno maratón de partidos. Menos aún si el rival llega inspirado, como Espanyol. Rebajar las pulsaciones y las rotaciones conllevan un peligro que esquivó un Real Madrid sin Carvajal, Marcelo, Kroos ni Bale. Buena parte de su columna vertebral.
Era el momento de mostrar si el fondo de armario madridista ha mejorado respecto al pasado curso. Uno de los que ayuda a conseguirlo fue Odriozola. Puro descaro en su debut que encontró una vía para correr la banda y explotar su físico.
Real pasó de protagonizar un vendaval de ocasiones ante el Roma a disparar una sola vez a puerta en toda la primera parte. Fue gol. Castigó el único instante de desorden defensivo del equipo de Espanyol tras perdida. Hasta ese minuto 41 fue un bloque unido que tapó espacios y fue directo cuando tuvo el balón.