Un triplete de Leo Messi y un tanto de Ousmane Dembélé le dieron a Barcelona el primer triunfo europeo del curso, una amplia goleada (4-0) ante PSV Eindhoven, que ofreció mejores sensaciones que lo que el resultado indica.
Se encomendaron los azulgranas a Messi y a sus ansias por conquistar nuevamente la Champions, ya que como nuevo primer capitán fijó el objetivo del curso en la competición europea durante el discurso de presentación.
Al Barza, que tenía el balón, le faltaba consistencia y desequilibrio, nada que ver con el fútbol de gala de otras ocasiones y la diferencia volvió a ser Leo Messi, en una jugada en la que Ter Stegen y Dembélé fueron protagonistas.
Pasada la media hora, el meta sirvió en largo para el francés y el delantero en un largo eslalon forzó una falta a cinco metros de la frontal. Llegó el momento Messi, el argentino acarició el balón que voló a mil revoluciones y se alejó cada vez más del meta Zoet y se acercó a la escuadra izquierda. Era el 1-0 en el 32.