Dos genialidades de Leo Messi y otra de Philippe Coutinho en la segunda mitad derribaron el muro que Alavés levantó ayer sábado en el "Camp Nou", donde los azulgranas iniciaron la defensa del título con una victoria convincente (3-0), pero algo corta a tenor de lo que se vio sobre el terreno de juego.
Liderado por el astro argentino, el Barza dominó de principio a fin un partido al que, por momentos, pareció renunciar Alavés. Agazapado atrás, el equipo de Abelardo Fernández intentaba salir tímidamente a la contra, pero el balón le duraba un suspiro y apenas era capaz de pasar de medio campo.
Pacheco tuvo que sacar una a Jordi Alba al inicio de la segunda mitad. El Barza había puesto una marcha más al partido.
Y entonces apareció Messi -siempre Messi- para forzar una falta y ejecutarla magistralmente con un disparo raso y colocado que pasaba por debajo de la barrera y engañaba a Pacheco.