
Chile puso ayer contra las cuerdas a Alemania en la Copa Confederaciones, pero se tuvo que conformar con el empate (1-1) tras una magnífica primera parte, en la que a la Roja le sobró juego y le faltó gol para batir a la campeona mundial.
Los chilenos jugaron con el corazón y los alemanes con la cabeza, y el resultado fue el mejor partido del torneo y un empate que deja todo abierto en el grupo B con vistas a la última jornada de la primera fase.
En un partido que olía a final mundialista, más que a la primera fase de la Copa Confederaciones, la Roja dio todo un recital durante 45 minutos, en los que la máquina alemana hizo agua por todas partes, aunque empató en un golpe de genio el filo del descanso.
Chile comenzó el partido como un vendaval con una presión asfixiante por toda la cancha que dio sus frutos a los pocos minutos.
Tras varias incursiones con peligro, Alexis tiró una pared con Arturo Vidal, cuyo pase dejó solo al delantero del Arsenal, que batió a Ter Stegen con un disparo con la zurda después de que el balón golpeó en un poste. (min.6)
A partir del cuarto de hora pareció que los alemanes comenzaban a desperezarse con varios avisos por las bandas e incursiones desde la segunda línea, como una que acabó con un disparo de Rudi, que fue detenido con seguridad por Herrera.