
Benfica ganó ayer la Copa de Portugal al vencer en la final al Vitoria de Guimaraes (2-1), firmó un doblete tras ser campeón de la Liga y ratificó su soberanía en el fútbol luso.
La primera parte no tuvo dominador y el juego fue de mucho respeto, sin ocasiones claras y sin que ninguno de los dos conjuntos se hiciera con la posesión del balón.
El Benfica intentó dominar e iniciar las jugadas desde atrás, mientras que el conjunto de Guimaraes prefería salir al contragolpe para sorprender a la defensa de los encarnados.
En el primer tiempo, debido a dos lances fortuitos, tuvieron que abandonar el campo por lesión el serbio del Benfica Fetsa, sustituido por el griego Samaris, y el peruano Hurtado, relevado por el colombiano Celis.
Las cosas cambiaron nada más empezar el segundo tiempo, con un disparo desde fuera del área del atacante del Benfica Pizzi que el portero del Vitoria de Guimaraes no supo despejar, por lo que el balón quedó muerto y el mexicano Raúl Jiménez marcó de forma magistral tras picar el esférico.