El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) ganó ayer el Gran Premio de China, el segundo del Mundial de Fórmula Uno, disputado en el circuito de Shanghái, donde relegó al segundo puesto al alemán Sebastian Vettel (Ferrari), con el que ahora comparte el liderato del certamen.
Hamilton, de 32 años, triple campeón mundial y que había sido segundo en la carrera inaugural, en Melburne (Australia), por detrás de Vettel (29), invirtió puestos con el alemán, tras lanzar un duro contraataque en una carrera en la que el holandés Max Verstappen (Red Bull) protagonizó la remontada, al acabar tercero, y que el astro inglés resolvió con un 'Grand Slam' al ganar desde la 'pole', liderando de principio a fin y marcando la vuelta rápida.
El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, que había mejorado en la pista china el récord de vuelta, vigente trece años y hasta el sábado en poder del alemán Michael Schumacher -el 'hombre récord' de la F1, convaleciente aún del accidente de esquí que sufrió hace más de tres años en Meribel (Francia)-, firmó este domingo su quincuagésima cuarta victoria en la categoría reina. Mejorando su propia segunda mejor marca histórica, muy alejada aún de la plusmarca absoluta del 'Kaiser', victorioso en 91 ocasiones.