Barcelona puede soñar con fundamento de cara al compromiso del miércoles contra Paris Saint-Germain, al haber superado con nota los dos partidos previos, con dos goleadas, especialmente reseñable la de ayer contra el Celta (5-0), después de que el equipo gallego se haya erigido en los últimos años en una piedra en el camino de los culés.
Si al Sporting, el Barza le goleó 6-1 el miércoles, los de Luis Enrique volvieron a repetir contra el Celta un resultado abultado (5-0), que ya les valdría para superar al PSG, que en la ida de los octavos de Champions venció por 4-0.
Al Barza le salió una primera parte redonda, quizá una de las mejores desde hace meses, en la que estuvo a unas revoluciones muy por encima de un Celta que se vio desbordado por el 3-4-3 azulgrana y que poca cosa supo hacer ante el poblado centro del campo barcelonista.
Messi volvió a echar a su equipo a la espalda y en una jugada individual se liberó de la marca de Cabral y quedando con un disparo franco en la frontal, colocó el balón al fondo de la mallas (1-0).