Triunfo agónico. Cuando toda la parcialidad de la banda roja venía venir un nuevo traspié de su equipo, en calidad de local, apareció el zaguero central Carlos Tordoya, quien con un cabezazo pudo lograr el gol de la victoria a los 93 minutos del encuentro y devolverle a toda su hinchada la sonrisa en el rostro.
Nacional sabía que no podía ceder más puntos jugando como local, y con esa mentalidad el equipo ingresó al terreno de juego en procura de encontrar la victoria lo más antes posible. Pero esta tarea se fue haciendo difícil con el transcurrir de los minutos por la disposición táctica que utilizó Blooming.
La banda roja tuvo el dominio del balón y se adueñó del medio sector, pero no logró surtir efecto ante su rival, que mantuvo en “raya” a los locales.
El crono marcaba el minuto 20 y fue la visita la que tuvo la opción más clara de romper el cero. Joselito Vaca robó el balón en el medio sector y cuando tenía todo el arco a disposición apareció la pierna salvadora de Walter Rioja, quien terminó enviando el balón al tiro de esquina.
Esta jugada fue una llamada de atención a la defensa y al arquero que ayer tuvieron más de una dubitación.
En el minuto 39 del partido, otra desatención de la zaga de la banda roja permitió a Blooming encontrar el primer gol del partido con Joao Paulo Sales, el jugador cabeceo el esférico por encima de Juan Carlos Robles que había quedado a medio camino en su salida.