
Cliver Rocha, cuya designación como tesorero de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) ha sido observada, dijo tener en orden toda la documentación requerida para ocupar el cargo y que la presentará cuando se lo requieran, pero a la vez pidió que se verifique si todos los integrantes del comité ejecutivo de la federación y de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano cumplen con los requisitos exigidos en los estatutos.
El vicepresidente de Sport Boys, cuya antigüedad en el cargo es observada (mínimo debe tener cuatro años como dirigente), no quiso entrar en detalles de la documentación que dice tener, argumentando que no se iba a prestar para el debate de este tema. Lo que sí dijo es que se está queriendo distraer la atención debido a una serie de pedidos de informes que ya había realizado a la federación en el corto tiempo que tiene en el cargo. Dejó en claro que no se iba a aferrar al cargo, ya que ni lo buscó ni lo pidió, pero que si iba a ejercer una función dentro de la FBF iba a exigir que se hagan las cosas con transparencia.
Sobre los cuestionamientos surgidos tras su elección, Rocha descalificó a Jaime Oña, extesorero de la federación, de quien dijo es un ciudadano más y que no tiene representatividad dentro de la FBF como para impugnarlo, además de que lo presentado es una simple carta que está dirigida a un comité ejecutivo, no así a un tribunal, que es quien debe definir si cumple o no con los requisitos.