Chile accedió ayer a su segunda final consecutiva de la Copa América, en la que defenderá el título ante Argentina, al derrotar a Colombia por 0-2 con un vendaval de juego en los primeros once minutos, en un partido que fue interrumpido más de dos horas debido a un temporal.
Los chilenos hicieron los dos goles en un abrir y cerrar de ojos, por medio de Charles Aránguiz y José Pedro Fuenzalida, y después se dedicaron a amarrar el resultado ante una Colombia que no consiguió reaccionar y que se quedó con diez jugadores por la expulsión de Carlos Sánchez al comienzo de la segunda parte.
El partido estuvo interrumpido cerca de dos horas y cuarto por un aguacero, que fue muy intenso en algunos momentos y que dejó el césped encharcado, lo que afectó el juego en la segunda mitad.
En una internada de Fuenzalida a los seis minutos surgió el primer gol; el extremo centró al área y el colombiano Juan Guillermo Cuadrado, fallando en el despeje ante la presión de Alexis, cedió de cabeza a Aránguiz, que remató a bocajarro a gol.