Con dudas, renuncias de jugadores importantes y en medio de una severa crisis en sus mandos directivos, Bolivia encara esta semana el inicio de las eliminatorias sudamericanas para la Copa del Mundo de 2018 en Rusia.
La renuncia de Marcelo Martins, el delantero con mayor trayectoria internacional, y la dimisión del capitán y zaguero Ronald Raldes dejaron a Bolivia sin dos piezas importantes en el ataque y la defensa a pocos días del debut con Uruguay en La Paz el 8 de octubre.
El detonante fue la goleada de 7-0 que Argentina propinó a Bolivia en un amistoso jugado en Estados Unidos a principios de septiembre. Las declaraciones del técnico Julio César Baldivieso en sentido de que muchos jugadores no se ponían la camiseta desató malestar interno.
No hay un ambiente adecuado con un técnico que trata con desprecio a los jugadores, escribió Martins, de 27 años, desde China donde juega para el Changchun Yatai.
Baldivieso es el cuarto técnico desde 2012 y asumió tres días antes del partido con Argentina. Como hábil volante fue una de las mayores figuras del equipo que clasificó al Mundial en 1994, pero es de temperamento fuerte y explosivas declaraciones.
"A la selección hay que venir a jugar con humildad e ilusión, y estas renuncias me hacen más fuerte", dijo el timonel, quien anunció un recambio de jugadores que no pasarán de 25 años.
Por si fuera poco, el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez, fue encarcelado mientras es investigado por presunta corrupción junto con otros dirigentes. La Commebol, todavía no reconoció al nuevo presidente Marco Ortega.
Dirigentes y jugadores debieron aportar de su dinero para costear el viaje a EE.UU.para el amistoso con Argentina.