L a Asamblea Ordinaria de la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano (CBCD) llama a la unidad del pueblo con los sacerdotes, enfatizando que los sacerdotes no son indiferentes a las crisis políticas y económicas que afectan a la sociedad. Pero también no olvidaron mencionar los pecados que han golpeado a la Iglesia Católica y han expresado el compromiso de recuperar la confianza de las familias.
En las últimas semanas se han conocido más revelaciones de sacerdotes que habrían cometido abusos por varios años en Bolivia, hechos que volvieron a ser el foco de investigaciones con la esperanza de encontrar justicia.
Desde la parroquia Inmaculada Concepción de Uyuni, se celebró la misa de clausura de la XXXVII Asamblea Ordinaria de la Conferencia Boliviana del Clero Diocesano (CBCD) que se llevó adelante desde el 1 de julio en Potosí, conmemorando el centenario de la Diócesis de Potosí.
Durante cuatro jornadas, 14 obispos y más de 200 sacerdotes del país se han reunido para poder analizar aspectos religiosos y de la coyuntura actual del país.
Se tuvo exposiciones sobre los temas de: la pastoral presbiteral, la formación permanente y la fraternidad sacerdotal.
En la celebración se leyó el mensaje al pueblo de Dios tras las jornadas de reflexión.
En este documento comienza con: “Que todos sean uno. Con estas palabras, Jesús encomienda la unidad de sus discípulos. Nosotros, como sacerdotes diocesanos nos sentimos acompañados y guiados por este gran amor del Padre del cielo y es este mismo amor que queremos brindarle al pueblo que Dios nos ha encomendado”.
En el documento dirigido al pueblo, los sacerdotes afirman que las penas y angustias del pueblo también son suyas.
“Para nosotros, no es indiferente la realidad y los desafíos políticos, económicos y sociales que afectan a nuestra sociedad. Es por ello, que nosotros, como Conferencia Boliviana del Clero Diocesano, en un espíritu de fraternidad sacerdotal nos hemos reunido para reflexionar acerca de nuestra identidad y el servicio de nuestro ministerio de servicio en favor de ustedes, el pueblo santo de Dios”, agregó.
En el documento, expresan el compromiso de seguir acompañando con fidelidad, constancia y pasión a cada comunidad eclesial.
Para ello enfatizaron que el pueblo se una a ellos en un espíritu sinodal como lo pide el Papa Francisco.
“No olvidando los pecados que han golpeado a nuestra Iglesia Boliviana, esta conferencia ha asumido el compromiso del testimonio sacerdotal capaz de recuperar la confianza de las familias que nos encomiendan a sus hijos para la enseñanza de la fe. Siguiendo el texto de San Pablo: ’si un miembro sufre, todos sufren con él’, les pedimos que, entre todos, cumplamos las tareas de velar, cuidar y proteger a nuestros niños, jóvenes y adultos vulnerables como una pastoral que aborda este problema desde la prevención”, dice el documento.