
El rol de los paramédicos, rescatistas y bomberos es conocido; sin embargo, se conoce poco sobre la labor de los psicólogos de emergencias. El coordinador nacional del Grupo de Reacción Inmediata a emergencias psicológicas (GRI), Franz Loayza, explica que la psicología de emergencia surgió gracias a Santiago Balero quien tradujo del inglés la teoría de los primeros auxilios psicológicos (PAP), y posteriormente por los fenómenos naturales en Perú y Chile se difundió esta rama en Latinoamérica.
Una de las características más importantes del psicólogo “emergencista” es su formación pre hospitalaria, lo que le permite enfrentarse a diferentes tipos de situaciones de emergencia, sin que ello signifique hacer el trabajo de los rescatistas. Sin embargo, debe tener sólidos conocimientos y estar adecuadamente preparado para intervenir en situaciones de peligro, como en un rescate suicida en el que una persona está al borde de un precipicio.
Cuando sucede un evento inesperado y desagradable, hace que se desencadene una crisis, la cual es definida por Slaikeu (1996) como “un estado temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por una incapacidad del individuo para manejar acertadamente sus reacciones’’.
Con más de 19 años de experiencia, Velásquez afirma que ‘’el universo de la regulación mental empieza con el primer auxilio psicológico y su importancia radica en prevenir que la crisis no evolucione a grados más graves para el paciente’’. Los PAP son la primera ayuda en soporte psicoemocional dentro las primeras 72 horas del evento, ‘’son técnicas de rescate emocional que estabilizan en caso de crisis para evitar un trauma’’, señala el actual presidente de la Asociación Mundial de Psicología de Emergencia (AMPE), Fernando Azálgara.
Los PAP acortan el tiempo de encuentro con el paciente logrando que se atienda oportunamente la emergencia; esto, sumado a una formación de redes de ayuda psicológica, reduciría los índices de tentativa suicida y lesiones derivadas de violencia, cambiando la evolución de la crisis. Se pueden aplicar en cualquier situación que suponga una crisis , “no son ningún tratamiento, son una forma de prevención de secuelas psicológicas en una situación traumática y los pueden aplicar todos los que se hayan formado debidamente en este tema, es decir no está limitado a los psicólogos ‘emergencistas’’’ afirma Lorenzo Loayza, el boliviano coordinador del GRI que explica que hay diferentes protocolos de PAP según el país; sin embargo, resume los pasos de los PAP en tres: acercamiento, escucha activa y psicoeducación.
Es importante educarnos en estos temas ya que, como bien lo indica Lorenzo, “todas las personas somos un cuerpo físico y mental; por lo tanto, es imprescindible el cuidado de la salud mental’’. ‘’Cuando trabajamos salud mental, somos personas tocando el alma de otras personas y nuestra misión es hacer que el paso de una víctima de crisis sea igual o mejor que el nuestro contribuyendo así a formar un mundo mejor”, concluyó Azálgara.
..........
Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.