Si la Alcaldía tiene brigadas para atender las emergencias que puedan presentarse en cualquier punto de la ciudad, lo propio debería ocurrir en el caso de los templos coloniales que, además, necesitan mantenimiento permanente.
Esa es la conclusión a la que se llegó ayer en la inspección realizada al templo de San Pedro cuyos muros se humedecieron como consecuencia de un posible cambio en sus canaletas para desagüe pluvial.
La inspección fue propiciada por la Comisión Jurídica, Turismo, Cultura y Preservación de las Áreas Históricas del Concejo Municipal de Potosí y contó con la participación de representantes de hasta cuatro instituciones de la sociedad civil. Acudieron la Sociedad Geográfica y de Historia Potosí, la Sociedad de Investigación Histórica de Potosí, la filial potosina de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y la filial boliviana del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por sus siglas en inglés). No asistió el rector de la Universidad Autónoma Tomás Frías, Roberto Bohórquez, pese a que es el presidente del Comité de Preservación de las Áreas Históricas de Potosí.