Un análisis químico de objetos encontrados en un yacimiento de Potosí develó las drogas que consumían los indígenas, entre ellas dos ingredientes para elaborar la ayahuasca, una bebida psicotrópica tradicional de los pueblos amazónicos de Sudamérica.
Hace cerca de mil años, en la provincia Sur Lípez del departamento de Potosí, situada a más de 4.000 metros de altitud, se enterró un miembro de una cultura que tenía un gran conocimiento sobre botánica y sobre los usos psicotrópicos de algunas plantas especiales. Sin embargo, la tumba fue profanada tiempo después y al excavarse no se encontró el cadáver al que se rindieron honores, según una nota publicada por el diario español El País.
A pesar de eso, en el yacimiento bautizado como cueva del Chileno, que había sido ocupado durante los últimos 4.000 años y tiene condiciones excelentes para la conservación de material orgánico, quedó preservada una bola de cuero llena de objetos que se pueden relacionar con el consumo de estupefacientes: dos tabletas talladas en madera para inhalar sustancias, un tubo para aspirar, dos espátulas de hueso de llama, una cinta textil para la cabeza, trozos de plantas secas y una bolsita fabricada con tres hocicos de zorro.