Luego de publicado el artículo “La calle Bustillo de Potosí”, esta nota tiene el objetivo de redescubrir la importancia de la misma, y por sobre todo, sugerir algunas iniciativas para fortalecer y fomentar el turismo por este sector de la ciudad.
Basados en la pintura “VISTA DEL ZERRO E YMPERIAL VILLA DE POTOSI”, óleo sobre lienzo, de 1758, de Gaspar Miguel de Berrío, resaltamos la colindancia con la actual calle Bustillo en ese tiempo de varios edificios, espacios públicos y otros como el Arco de San Roque; el templo de San Roque del Ttio.; el regimiento de infantería 3 Pérez; la plaza Zampa; el tambo “La Estrella”, San Lorenzo; la plaza de la Cebada, luego Recoba y actual mercado central; la plaza del C‘katu, actual segunda Casa de Moneda; la Compañía de Jesús; la Casa de la Recogidas, actual colegio Santa Rosa y el cuartel de la Policía.
De algunos de estos edificios hicimos un breve resumen de su construcción, por ello complementamos con algunos detalles acerca de la parroquia de San Roque del Ttio, que se encontraba en las afueras de la Villa Imperial, por la parte posterior de esta parroquia pasaba una corriente de agua que provenía de la laguna Caricari, a esa corriente los indios lo llamaban Cusi Mayu que quiere decir río alegre, al cual, en los meses de enero, febrero, marzo y abril la gente se acercaba para lavar la ropa. Era una capilla, construida aproximadamente en 1637 y que posteriormente, en 1689, se convirtió en parroquia de indios, y de acuerdo al cuadro de Berrío, continuaba al borde de la ciudad, era de una sola nave con crucero, cuya construcción sufrió un total deterioro en 1940. Hoy en gran parte es una construcción nueva.
También, vale la pena destacar que en el inmueble de la calle Bustillo N° 563, vivió doña Victoria Lozano, quien con su hermosura inspiró la obra “La Chola de la Petaca, del celebrado artista Teófilo Loaiza.
Sin embargo, en esta artería de tanta importancia, aparte de los edificios citados, también colindan innumerables viviendas particulares, muchas de ellas de gran significación o representación de diferentes épocas que vivió la Villa Imperial, por ello me parece importante poder describir algunas de las fachadas de estos inmuebles que también forman parte del patrimonio potosino.
Para ello previamente analizaremos brevemente la evolución producida en la tipología de las viviendas, realizando cierta aproximación y cómo fueron evolucionando en varias épocas desde el siglo XVII al siglo XX.
Generalmente las viviendas entre el siglo XVII y XVIII, tenían una puerta de acceso por la cual se accedía a un zaguán, cuya crujía soportaba el segundo piso en el cual se ubicaba una sala y recámara. Por el zaguán se ingresaba a un patio que en muchos casos poseían arquerías y ostentaban un pilón o fuente en el medio; en el patio, se distribuían las diferentes habitaciones. En la fachada generalmente se tenía un balcón de madera con enfarolado. En algunas viviendas, en parte de su infraestructura se utilizada para realizar una función artesanal semiproductiva; habían hornos, panaderías, herrerías u otras instalaciones. Asimismo algunas contaban con caballerizas u corrales.
En las postrimerías del siglo XVIII y el XIX, en parte de la planta alta se solía colocar una azotea. Asimismo, en este periodo, en las fachadas aparecen los balcones de antepecho y portadas de yesería. A inicios del siglo XX, en las fachadas se imponen los balcones de cajón.
Para valorar y reconocer algunos edificios e inmuebles particulares, realicé un recorrido por toda la calle Bustillo desde el norte hacia el sur, tomando especial interés en el tramo que corre desde la calle Serrudo, hacia la Chuquisaca. En este trayecto pude advertir la singular belleza de varias fachadas de las casas, por lo que en este artículo me permito brindarles una breve información de los siguientes. Inmueble ubicado en calle Bustillo N° 943, 945, 947, 949 y 951, construidas entre calles Ingavi y Bolívar. Edificio de dos plantas con cubierta de teja. La fachada es perfectamente simétrica cuyo eje arranca de un balcón de cajón que tiene dos balconcillos a ambos lados. Probablemente la fachada corresponda al siglo XVIII con remodelaciones en el siglo XX.