La marcha del ‘evismo’ recorrió este martes sus primeros kilómetros hacia La Paz, con el objetivo de evitar que el expresidente Evo Morales quede fuera de la carrera electoral de 2025. En el camino, en la localidad de Vila Vila, se topó con cientos de seguidores del presidente Luis Arce, y se desató la violencia. En ese lugar, con el jefe del MAS en medio de un intercambio de pedradas y petardazos, los leales al exmandatario se enfrentaron a los seguidores del presidente Luis Arce, dejando 26 heridos, según el Gobierno.
Tal como esta anunciado, la movilización comenzó en Caracollo, después de las 9:00, con Morales a la cabeza y los principales dirigentes del Pacto de Unidad ‘evista’, incluidos algunos legisladores del ala radical del MAS, además del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez.
Tras recorrer sus primeros kilómetros, los marchistas comenzaron a inquietarse con la noticia de que cientos de seguidores de Arce, entre ellos campesinos y cooperativistas mineros, se habían trasladado a Vila Vila para intentar frenar su movilización, incluido un fuerte contigente policial. Los dirigentes evistas calificaron ese desplazamiento como un intento de “enboscada” y acusaron al Gobierno de intentar atentar contra la vida de Morales. Pese a ello, y a la creciente tensión mientras avanzaba la columna de marchistas, los líderes de la movilización, además del expresidente, decidieron continuar con su recorrido.
Mientras tanto, los seguidores de Arce, varios de ellos funcionarios públicos, según los evistas, se preparaban en Vila Vila para intentar frenar la marcha de sus contrarios, apostándose en los cerros e intentando cerrar la carreteras Oruro-La Paz.
Por la tarde, después de las 15:00, la marcha evista llegó a Vila Vila y se enfrentó a grupos de ‘arcistas’ que la esperaban en ese lugar.
Morales, con un casco de minero en la cabeza, pasó Vila Vila rodeado de sus leales, en medio de un fuerte intercambio de pedradas y petardazos.
Varios marchistas, entre ellos mujeres, se pusieron al frente de la columna para enfrentarse a sus contrarios. Mientras arrojaban piedras con ondas y corrían en distintas direcciones para chocar contra los arcistas, el jefe del MAS avanzaba con el grueso de la marcha. Uno de ellos lo protegía con una especie de escudo a fin de evitar que le llegara alguna pedrada.
Al verse superados en número –los evistas eran más de 10.000, según los dirigentes–, los arcistas se vieron obligados a retroceder y se dispersaron por la carretera y los cerros, aunque hubo quienes fueron interceptados por grupos evistas y resultaron golpeados. Incluso, varios de ellos fueron obligados a marchar con los evistas, según reportes de prensa.
Superado ese obstáculo, la marcha evista continuó su curso hasta llegar a la localidad de Panduro, donde decidió pasar la noche para continuar este miércoles su camino a La Paz. Anoche, el Pacto de Unidad evista se encontraba reunido evaluando la situación.