
No están en el grupo de exportadores ni importadores, sino en uno más amplio. Son bolivianos que tienen familiares en el exterior, trabajan realizando pagos y compras por internet o viajan fuera del país; todos están sufriendo la escasez de dólares.
CORREO DEL SUR y Correo del Sur Radio recogieron una serie de testimonios. Las restricciones y los montos que manejan los entrevistados corresponden a sus experiencias personales, más allá de lo normado por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
El médico intensivista Joel Gutiérrez está considerando postergar sus proyectos académicos y laborales fuera de Bolivia tras su último viaje. No pudo usar ni un centavo de su tarjeta de débito ni en Panamá ni en México, mientras que al utilizar la de crédito se encontró con un límite semanal de 200 dólares; solo los gastos en hoteles superan ese tope. Ello pasó pese a que antes de salir del país, habilitó sus tarjetas y visitó las respectivas entidades financieras.
Indignado, tuvo que recurrir a un colega boliviano que vive en el exterior, con el compromiso de devolverle el dinero.
“No se puede pagar ni siquiera las reservas de hoteles con las tarjeta de crédito. Eso nos lleva a tener que abandonar muchos otros proyectos (académicos y laborales) a futuro”, expresó.
PAGOS POR INTERNET
El desarrollador e ingeniero de sistemas Marcelo Quispe ha sufrido problemas especialmente en los dos últimos meses. Trabajaba exclusivamente con el banco estatal, pero debido a la restricción, en la práctica, para mover solo 100 dólares mensuales (aunque la entidad bancaria dice que es más), habilitó sus cuentas en otros tres bancos privados para compras por Internet y recurrió a amigos y familiares para que hicieran lo mismo. Entre otras transacciones, realiza pagos de 500 a 1.000 dólares mensuales a empresas como Google o Amazon.
A consecuencia de esta situación, tuvo retrasos y sufrió cortes de servicios de alojadores de páginas web, entre otros; se vio obligado a cambiar a otros proveedores que permiten pagos por debajo de los $us 100. “No voy a poder cumplir con todos”, se queja.
Instó a otros bolivianos a verificar los pagos porque, en algunos casos, el proveedor reporta que no ha recibido el dinero pese al débito en la cuenta; en otros casos puede producirse un doble débito, lo que lleva a más trámites para rectificar.
Como muchos, Quispe recibe remesas del extranjero. En marzo del año pasado, le enviaron $us 1.800, pero debido a las restricciones no pudo retirar todo el dinero salvo aceptara hacerlo en bolivianos; aún tiene un saldo de $us 100.