De manera sorpresiva y en cuestión de horas, una densa humareda cubrió la ciudad de Sucre mientras que ese mismo fenómeno se registró en Potosí y Santa Cruz. Los incendios que permanecen en el norte de paceño y en la región oriental, ayudados por la fuerza del viento, provocaron que la calidad del aire registre niveles preocupantes en varias regiones del país. A todo esto se suma la ola de calor que ya se cobró la vida de bolivianos en Cochabamba y Roboré.
SUCRE
En el caso de Sucre, el índice de contaminación del aire (ICA) marcó 76 microgramos por metro cúbico a las 18.30 de este sábado. En base a ese dato, la encargada de Control y Monitoreo Ambiental de Medición del Aire de la Alcaldía de Sucre, Bertha Rodríguez, calificó la calidad del aire como “muy mala”, sin embargo, aclaró no es la cifra más alta del año que, habitualmente, se presenta en San Juan.
Según la explicación de Rodríguez, el fenómeno que se registró ayer, se debió al incremento de los incendios, particularmente en Santa Cruz. Ayer en la capital oriental el Índice de Contaminación del Aire (ICA) volvió a llegar a sus máximos niveles, registrando los 217 microgramos por metro cúbico.
El factor determinante de ayer fue la fuerza del viento. Rodríguez explicó a CORREO DEL SUR que en la semana, la fuerza del viento marcaba en promedio los 10 kilómetros por hora, pero ayer subió entre los 27 a 40 kilómetros a la hora.
“Santa Cruz nuevamente está presentado concentraciones demasiado elevadas y eso es lo que nos está llegando por el incremento de los incendios. Y el viento que, de acuerdo a los informes, la velocidad estuvo entre 27 a 40 kilómetros durante este sábado. Entonces es por eso que nos ha llegado de golpe esas concentraciones”, explicó Rodríguez.
Cerca del mediodía comenzó a enrarecerse el cielo capitalino, pero fue aproximadamente a las 15.00 cuando la humareda comenzó a cubrir toda la ciudad y se convirtió en el tema del momento en las redes sociales.
En la noche en los alrededores de la ciudad llovió, pero ni así se despejó la tensa humareda causas por los incendios.
POTOSÍ
En Potosí, el humo se percibió casi al cerrar la tarde. Fotografías con horizontes opacos fueron enviadas a las redes sociales y la visibilidad del Cerro Rico estuvo obstaculizada.
El cielo potosino se mostró pesadamente nublado por una humareda que limitó la visibilidad en varios lugares de la ciudad. En el camino Potosí-Sucre, un periodista de El Potosí reportó puntos con chaqueos que podrían ser la causa para el humo que fue reportado en ambas ciudades.
SANTA CRUZ
Se confirma que la capital cruceña se convirtió en la segunda ciudad con peor calidad del aire a nivel mundial, solo por detrás de Karachi (Pakistán), de acuerdo con los registros expuestos este sábado 18 de noviembre por la Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra,
La red monitoreo de calidad del aire arrojó este sábado que el índice de la calidad del aire en la capital cruceña alcanzó el umbral de 217 en la escala de medición, lo que significa que el aire que respiran los ciudadanos es “muy malo”.
Mientras que en Karachi (Pakistán) la calidad del aire es similar, ya que se registra en el umbral de 2018. El tercer lugar lo ocupa otra ciudad pakistaní de Lahore, con una escala de 214, lo que también refleja una mala calidad del aire.
El humo se viene apoderando de la capital cruceña desde la segunda mitad de octubre, teniendo como su pico más alto la última semana de dicho mes; sin embargo, y pese a que hubo una mejora, la situación volvió a empeorar en los últimos días.
Se reactiva fuego en San Buenaventura
La tarde de ayer, sábado, las chipas que ocasionan los incendios se multiplicaron entre los árboles secos, generando una gran cantidad de humo y asfixiando a los voluntarios en medio de los matorrales hasta donde ingresaron en procura de sofocar los incendios sin tener instrumentos necesarios ni agua.
Los medios digitales reportaron que el fuego llegó hasta las puertas de la población de San Buenaventura, en el norte de La Paz, que vive la peor crisis ambiental de su historia ante la invasión paulatina de humo y cenizas. Desde algún sector de la población, se observan al fondo llamas vivas que consumen la vegetación totalmente seca a causa del intenso calor y alcanzan a los árboles de palmera que comienzan a arder como si fuera antorchas gigantes