
En Santa Cruz distribuyen diariamente 100.000 litros adicionales de carburante por encima del promedio, pero “por más que despachemos mayores volúmenes de combustible, se pierden en el mercado”, lo que muestra el desvío a una actividad ilícita, afirmó el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
“Claramente este es un tema especulativo, está muy linkeado (relacionado) al uso indebido de combustibles, podemos pensar de que estos combustibles adicionales que mandamos no retornan al mercado, esto quiere decir que van a alguna actividad ilícita”, explicó.
De acuerdo a los datos oficiales, se despachan a Santa Cruz diariamente 100.000 litros adicionales por encima del promedio y 300.000 litros adicionales respecto a similar periodo de 2022.
Sin embargo, persisten filas en surtidores ante una sobredemanda. La situación en el resto de Bolivia es distinta.