Las condiciones precarias de encarcelamiento y atención médica en el penal de Chonchocoro generaron en el dirigente cocalero César Apaza, recluido pese a tener parálisis en medio cuerpo, nuevas enfermedades que complican más su salud.
Problemas cardiacos, neurológicos y psiquiátricos suman a la deteriorada salud del dirigente cocalero que hasta el momento no fue tratado de forma adecuada por un especialista, denunció Miriam Apaza, su hermana.
“Él está decaído, se le ha ido presentando otras enfermedades que han sido tratadas, pero no por especialistas, sino por enfermeros que me están dando recetas, pedí que sea tratado por un especialista porque estaba sufriendo de dolores en el corazón y no es algo normal en él”, dijo Miriam.
A esta enfermedad se suma un cuadro de mucha ansiedad en el dirigente que no le permite conciliar el sueño ni estar tranquilo.