
En el Día del Mar, el presidente Luis Arce urgió este jueves a Chile a iniciar una “nueva etapa” en la relación con Bolivia, que incluya la reivindicación marítima nacional de acceso soberano al Océano Pacífico; además, por primera vez, insertó el tema del litio en la agenda con el vecino país y planteó la conformación de un bloque, junto a Argentina y Perú, para explotar el recurso con soberanía.
“Hoy se cumple un año más desde que se mutiló aquella relación directa y ancestral que tuvimos siempre con los mares” y es “una herida abierta no solo en el país sino en nuestra América”, dijo Arce al iniciar su discurso en La Paz.
Planteó una agenda de siete puntos que abordan la reivindicación marítima, el litio y la migración, al conmemorar los 144 años de la pérdida del litoral en la Guerra del Pacífico.
El Presidente señaló que como ocurrió durante el Gobierno de Salvador Allende en Chile (1970–1973) está seguro que “será posible viabilizar las justas, legítimas e históricas aspiraciones de un pueblo que nació con costas marítimas”.
“NUEVA ETAPA”
Arce mencionó siete temas que considera se deben tratar en una eventual “nueva etapa” con Chile y el resto de la región.
El primero es mar para Bolivia. Arce dijo que no dejarán de “proponer la necesidad de trabajar en el tema de nuestra reivindicación marítima con Chile”.
Bolivia, afirmó, “nunca renunciará a su derecho imprescriptible a una salida soberana al océano Pacifico, el fallo de La Haya abre esa posibilidad”.
Bolivia llevó en 2013 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya su reclamación marítima para que Chile negociara de buena fe el acceso soberano al océano Pacífico, pero en 2018 ese tribunal de las Naciones Unidas determinó que el Estado chileno no tiene la obligación legal de negociar con los bolivianos.
El siguiente punto fueron las aguas del Silala del que dijo que su Gobierno trabaja para “desmantelar la canalización, restaurar los bofedales y aprovechar el agua” de acuerdo, según él, como quedó establecido en el pronunciamiento de la CIJ sobre este asunto.
En diciembre pasado, la CIJ subrayó en su sentencia que “no está llamada a tomar ninguna decisión” sobre la disputa entre Bolivia y Chile por las aguas del Silala, ya que las partes están de acuerdo en que se trata de un cauce internacional.
Luego se refirió al cumplimiento del tratado de 1904, con el que se que puso fin a la guerra del Pacífico de 1879, para pedir a Chile “que cualquier medida que afecte el libre tránsito debe ser acordada”, por lo que “Bolivia no reconoce las medidas unilaterales impuestas por Chile que obstaculizan el comercio exterior boliviano”.