Entre la noche del lunes y este martes, al menos cinco trabajadores de la prensa de diferentes medios de comunicación de La Paz y Cochabamba fueron golpeados, gasificados y aprehendidos por la Policía. La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), así como la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), repudiaron los hechos violentos.

En La Paz, el periodista Carlos Quisbert del diario Página Siete fue detenido durante el conflicto entre cocaleros en la zona de Villa Fátima. El periodista relató que fue atropellado por un uniformado de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) que se encontraba a bordo de una motocicleta, al intentar defenderse fue agredido por un grupo de al menos seis efectivos que le propinaron una golpiza en todo el cuerpo pese a los gritos de varias personas que se encontraban en el sitio y pedían que se lo respete.

Tras detenerlo lo enmanillaron en una patrulla, sin embargo, minutos después fue liberado. No obstante aquello, poco rato después, y de forma sorpresiva, fue conducido hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, donde estuvo detenido cinco horas.

El caso pasó a la Fiscalía a denuncia de un policía, que acusa a Quisbert de golpearlo, además señaló que tiene dos días de impedimento.

En el mismo conflicto, los camarógrafo y fotógrafo, Santiago y Sergio Limachi, de una agencia internacional de noticias también fueron agredidos cuando cubrían el enfrentamiento en la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca). Los trabajadores fueron reprimidos y gasificados.

Cochabamba

La noche del lunes, en la plaza 14 de Septiembre de Cochabamba,  los periodistas Miguel Rojas y Nicole Vargas, ambos periodistas del diario Opinión fueron víctimas de agresiones por un grupo afín al alcalde Manfred Reyes Villa.

Rojas fue atacado cuando grababa la vigilia en respaldo al burgomaestre cochabambino, incluso hubo una persona que intentó sustraer el teléfono móvil,  hecho que fue evitado por su colega Vargas, quien lo defendió. Sin embargo, también recibió golpes y empujones de parte del grupo político.

Gremios

La Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) repudiaron la violencia ejercida contra Carlos Quisberth, Santiago Limachi y su hijo Sergio y recuerdan al Gobierno que los derechos a la libertad de expresión, a comunicar y a informar están garantizados tanto a los periodistas como a los medios por el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, por los artículos 21, 106 y 107 de la Constitución Política del Estado, por la Ley de Imprenta y por el Código Nacional de Ética Periodística.

Afirmaron que al cometer estos abusos contra dichos periodistas y trabajadores de la prensa, el Gobierno, mediante la Policía, no solamente ha vulnerado sus derechos humanos e individuales a la libertad de expresión, sino también los de todas las personas que debían haber recibido esas noticias sobre el conflicto en Adepcoca.

Por su parte, la Federación de Prensa de Cochabamba también se pronunció sobre los maltratos a los periodistas y exigió garantías para la labor de los profesionales de la información.

También la ANP expresó su rechazo a las agresiones físicas y verbales que sufrieron los periodistas de Opinión, en la ciudad de Cochabamba.

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