Dirigentes históricos del movimiento obrero, campesino e indígena condenaron este martes los “actos fascistas” de los cocaleros seguidores de Evo Morales, señalados como los principales sospechosos de secuestro y brutal agresión en contra del presidente de Adepcoca (Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz), Armin Lluta.
“El fascismo no es definido por el número de sus víctimas, sino por la manera en que las mata, secuestra y amenaza a los que piden la libertad y democracia de los pueblos”, se lee en el pronunciamiento público firmado por los exdirigentes Jaime Solares y Guido Mitma (COB); Roberto De La Cruz y Sixto Tallacahua (COR); Roberto Coraite y Felix Santos (CSUTCB); Adolfo Chávez (CIDOB); Julia Coico ((FNMCB-BS); Cansio Rojas (CONAMAQ); Carlos Rojas, Eddy Condori y Ángel Willca de la Fejuve-El Alto; Alcira Ramírez (FSTPB) y profesionales académicos.
Después de los varones del estaño, señala el pronunciamiento, ahora en el país quieren implantar los “varones de la coca ilegal del Chapare” que va al mercado negro y no al ‘pijcheo’ (consumo) tradicional como la hoja milenaria de los yungas.
“Pedimos a los cocaleros de los yungas paceño unidad y no apoyar la pretensión de Evo Morales que quiere eliminar Adepcoca, luego organizar una Confederación Nacional de los Productores de Coca y ser líder de esta organización, así ocultar la coca ilegal del Chapare”.
Los exdirigentes enfatizan que estos actos de vulneración a los Derechos Humanos, “solo se observan en los estados dictatoriales de Venezuela, Cuba y Nicaragua y no en los países democráticos en donde impera el estado de derecho y las libertades de pensamiento y de expresión”.
Respecto a las recientes declaraciones de Evo Morales, indican, que dijo la “guerra de la coca” es más importante que la denominada “guerra del Gas (octubre de 2003)”, a la que considera “más una lucha por la economía”, los dirigentes históricos “calificamos a Morales de vendepatria a las transnacionales de nuevo orden mundial”.
Remarcan que no son parte de la oposición ni del oficialismo, sino de “gran masa del pueblo que es víctima de los dos polos extremos y opuestos que nos quieren llevar al enfrentamiento entre bolivianos, por lo que convocamos unidad en la diversidad”.
Los firmantes también expresaron su solidaridad con los periodistas que fueron “atropellados por el poder”, y que en esta jornada se expresó en contra de la humanidad del comunicador de Página Siete, Carlos Quisberth, que fue agredido por cuatro policías y ahora paradójicamente es acusado de haber lesionado a un uniformado.
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