Dos víctimas de la violencia del MAS de noviembre del año pasado, la periodista Casimira Lema, y la estudiante Yareth García, fueron acosadas en la sesión en la que integrantes del grupo designado por la CIDH debían escuchar a las víctimas de la violencia sucedida en el país tras la renuncia de Evo Morales en 2019, informa Brújula Digital.
Lema y García hicieron uso de la palabra en el evento, realizado en el coliseo de una escuela de Chasquipampa de la ciudad de La Paz. La peor parte se la llevó Lema, que fue acusada de "golpista" y "asesina", entre otros insultos.
En el caso de Lema, su casa fue quemada por simpatizantes masistas la noche del 10 de noviembre, tras la renuncia de Morales. Ella es periodista de TVU, un canal considerado crítico con el régimen del MAS.
En el caso de García, recibió el impacto de una granada de gas lacrimógeno en la cabeza a corta distancia, la que la dejó inconsciente. Hasta hoy presenta secuelas por ese hecho, por ejemplo dificultades para leer y escribir. Ninguno de los dos eventos ha sido esclarecido por la justicia.
“Vengo al igual que ustedes a pedir justicia. Nadie tiene por qué haber perdido a alguien, nadie tiene por qué sufrir la quema de su casa (…) yo vengo a pedir justicia también. Lo único que he hecho es cumplir con mi trabajo que es informar”, señala. En ese momento, personas que llegaron a la cita fustigaron a la periodista diciendo: “golpista, golpista, se ha parcializado, fue parte del golpe, asesina”, entre otras cosas.
Luego se le pidió a gritos que saliera del lugar.
Posteriormente, Yareth García presentó una carta contando lo que le ocurrió el 22 de noviembre del 2019.
“Aproximadamente a las 8.00 de la noche me encontré con mi hermana mayor para bajarnos juntas a mi casa. Cuando ya había terminado la protesta y caminábamos por la Universidad Nuestra Señora de La Paz, sentí un golpe muy fuerte y no recuerdo más porque desperté atontada en el Seguro Universitario”, indicó en la carta de Yareth enviada al secretario Ejecutivo, Jaime Melero.
García también fue acosada, con gritos de "basta" y "silencio", según testigos del hecho. De todos modos, la periodista y madre de García, Rossio Clavijo, señaló a Brújula Digital que Lema fue quien se llevó la peor parte.
“Casimira no se animó a hablar hasta que yo tomé el micrófono. Y cuando contó su versión ninguna de las personas que estaban sentadas en las gradas la escucharon. Mientras seguía contando, la empezaron a insultar, a decirle golpista y peores cosas”, afirmó Clavijo.
El 10 de noviembre de la gestión pasada, Casimira Lema perdió su vivienda a causa de que un grupo de choque del MAS le prendió a su domicilio ubicado en la zona de Chasquipampa de la ciudad de La Paz. García sufrió traumatismo cráneo encefálico con fractura y hemorragia.
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