
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, afirmó este viernes que los compatriotas bolivianos varados en el municipio chileno de Colchane ingresarán al país cuando concluya la cuarentena en Pisiga, Oruro.
“Hemos armado campamentos en la frontera y les falta ocho días para que pasen la cuarentena. Vamos a mover a esa gente a sus lugares de origen, no hay ningún problema, se puede volver a llenar estos campamentos”, indicó Murillo en conferencia de prensa.
Murillo afirmó que existe un protocolo de ingreso de personas del exterior hacia Bolivia para evitar más contagios de coronavirus (Covid-19) en la población. “Si bien los compatriotas que están varados en la frontera con Chile tienen todo el derecho de ingresar al país, tienen que cumplir todos los protocolos de seguridad”, sostuvo.
Advirtió que hay residentes bolivianos en Chile que “están siendo pagados por políticos irresponsables” para que generen conflictos, y esas personas serán identificadas y procesadas en la justicia boliviana. “Nosotros no vamos a permitir que se desestabilice en ningún caso”, indicó.
Al menos 700 compatriotas bolivianos están varados en la localidad de Colchane esperando ingresar al país. Hace algunos días se generaron hechos de violencia donde algunas personas resultaron heridas cuando intentaron ingresar por la fuerza al país y, en medio de todo el conflicto, un soldado perdió su arma que después fue devuelto.
El alcalde de la localidad de Colchane, Javier García, amenazó al gobierno boliviano con presentar denuncias sobre vulneración de derechos humanos ante instancias internacionales, si las personas continúan varadas en ese lugar sin condiciones básicas de vida.
Un primer grupo de 480 compatriotas ingresaron al país el sábado después de esperar en la localidad chilena Huara, frontera con Chile, 10 días. El gobierno instaló un campamento al que llamó “Tata Santiago” en donde guardan una cuarentena de 14 días.
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