El Servicio Departamental de Salud (Sedes), a través de la Unidad de Salud Ambiental, realizó una indagación sobre la composición química de la stevia que se vende en los mercados y tiendas. Descubrió que tres de ocho marcas a la venta no cuentan con registro sanitario. Además, todas poseen otros edulcorantes fuera de lo mencionado en la etiqueta.
La investigación se realizó debido a una denuncia que llegó al Sedes en diciembre de 2019. Se invirtió un presupuesto de 5.500 Bolivianos y se llevó las muestras a un laboratorio acreditado por la Red de Laboratorios Oficiales de Análisis de Alimentos (Reloaa).
“Los resultados señalan que, de los ocho productos que enviamos a laboratorio, los ocho se producen con otros edulcorantes no declarados en la etiqueta”, explicó el jefe de la Unidad de Saneamiento Ambiental, Álvaro Ibarra.