
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, advirtió ayer, miércoles, que el Chapare (Cochabamba) se podría quedar sin elecciones generales si persiste en su decisión de evitar el reingreso de policías.
El funcionario de Gobierno, en conferencia de prensa, mencionóque que es “preocupante” la situación que se vive en esa zona del país, donde algunos dirigentes insisten en rechazar la presencia de uniformados y defienden la creación de una guardia sindical.
“No podemos permitir ninguna republiqueta”, afirmó Murillo, pidiendo que los dirigentes de las seis federaciones de cocaleros del Trópico de Cochabamba no dejen que “narcoterroristas” se infiltren en sus filas para seguir buscando la desestabilización.
El titular del Ministerio de Gobierno abogó para que se restituya el estado de derecho, enfatizando que no se desea usar la fuerza para posibilitar que los agentes del orden puedan retomar el resguardo en el Chapare, espacio del que fueron echados tras el conflicto postelectoral y la renuncia de Evo Morales.
“Cuidado con ponerse duros y no tengan elecciones en el Chapare”, insistió el ministro explicando que se respeta el derecho a la protesta, pero que no se puede permitir que alguna región del país no tenga presencia de las fuerzas del orden.
ANTECEDENTE
Los productores de hoja de coca de la zona expulsaron a la Policía tras la convulsión que se desató tras la renuncia del expresidente Evo Morales (a su vez presidente de las seis federaciones cocaleras del Trópico de Cochabamba) y la asunción de Jeanine Áñez a la Presidencia. Argumentaron que perdieron confianza en los uniformados, quienes declararon un motín y luego plantearon la renuncia del exjefe de Estado.
Alrededor de 85 policías destinados a cumplir tareas de seguridad en esta zona fueron replegados a Cochabamba luego que las dependencias policiales fueron atacadas y la seguridad en la zona quedó a cargo de un cuerpo de seguridad sindical. Los dirigentes cocaleros anunciaron que no permitirán su retorno.